- “Yo ya le digo peroooooo..... ¡no
cambia!”
Esta es una queja común, y muestra la impotencia de querer
que los demás hagan algo, pero que mi pareja, hijo, jefe, compañero, amigo, etc... no quieren, o a veces si que quieren pero no hacen.
Para solucionarlo a mí me gustan las palabras:
- “SEDUCIR”, usándola en el sentido de mostrar lo beneficioso que es para la otra persona y ayudándole para que se anime. Una nota: Es imprescindible usar la empatía para proponer cosas que al otro le importen y para ayudarle a superar los obstáculos.
- "NEGOCIAR", ¿Tiene que ser mi idea la buena? ¿Tiene que ser como yo digo? Cada persona tiene un "modelo mental" una forma de pensar que da importancia en diferente prioridad y baremo a cada circustancia.
- "IMPLICAR", a nadie nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer, preferimos sentirnos parte, participar.
Os dejo un vídeo para reflexionar sobre esto. A ver si os
gusta.
Os invito a ver también la entrada de este blog que nos
invitan a coger la responsabilidad individual para influir en su entorno en
aquello que te importe.
Un abrazo